El tiempo se agota y el balance es preocupante. A falta de once meses para que expire el plazo de ejecución de los fondos europeos Next Generation, el Gobierno de España aún no ha gastado el 72,3% del total asignado , lo que equivale a 117.807 millones de euros pendientes de transferir, según los últimos datos oficiales de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) .
Desde 2021, el Ministerio de Hacienda solo ha ejecutado 45.193 millones , una cifra que representa apenas el 27,7% de los 163.000 millones adjudicados a España por la Unión Europea, entre subvenciones directas (80.000 millones) y créditos (83.000 millones). La infraejecución de estos fondos pone en riesgo el objetivo estratégico de transformar el modelo productivo español tras la pandemia.
La ejecución en 2025 marca mínimos históricos
Los datos de ejecución presupuestaria de este año confirman la tendencia a la baja. Entre enero y septiembre, el Gobierno solo ha realizado pagos por valor de 3.983 millones , lo que representa un 13,2% del crédito presupuestado para 2025 (30.195 millones) . Peor aún, entre agosto y septiembre apenas se avanzó: solo 250 millones más en un mes .
El descenso en la eficiencia ejecutora es notable. En 2021 se utilizó el 45,5% del presupuesto destinado a los fondos europeos. En 2022 bajó al 39,6% , en 2023 al 27,3% y en 2024 al 26,6% . La acumulación de remanentes no gastados cada año impide la renovación de programas y frena el impacto real de los fondos en el tejido económico .
Desfase entre convocatorias y pagos reales
Según la plataforma Elisa del Ministerio de Economía, hasta agosto se han adjudicado 62.741 millones (56.741 en subvenciones y 6.000 en préstamos), pero la cifra de la IGAE se refiere al dinero efectivamente transferido , lo que constituye una métrica más fiable para evaluar la llegada de fondos al destinatario final.
Este desfase evidencia un embudo burocrático entre la convocatoria y el pago, lo que ha llevado a numerosas empresas a devolver ayudas por no poder cumplir con los plazos exigidos. Se pierde así el potencial transformador de estos fondos y se reduce su efecto multiplicador sobre la economía.
Créditos activados pero con escasa demanda empresarial
En septiembre, el Ministerio de Economía incorporó 10.455 millones de créditos al balance de ejecución, disparando el presupuesto total anual. Esta cifra incluye 6.751 millones para Fondos ICO para empresas e infraestructuras resilientes , 2.654 millones para comercio y turismo de pymes y 1.050 millones para el Fondo de Coinversión (FOCO) .
No obstante, el desinterés empresarial por estos créditos persiste. Las trabas burocráticas y el elevado nivel de endeudamiento post-pandemia explican que muchas compañías rechacen asumir nuevas obligaciones financieras en un contexto de incertidumbre internacional .
Objetivo difícil de alcanzar
Con estos ritmos, España corre el riesgo de no aprovechar una oportunidad histórica para modernizar su economía. Fuentes del sector alertan de que el volumen final ejecutado será muy inferior al teóricamente adjudicado , y ya en el Ejecutivo se asume que una parte significativa de los fondos no podrá gastarse a tiempo .
El reloj avanza y el margen de maniobra se reduce. La gestión de los fondos europeos se convierte así en un examen definitivo para el Gobierno en el tramo final de su legislatura.

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