Laura U ., de 50 años, es la inquiokupa de mansiones de lujo en Madrid. Ha convertido la inquiokupación de lujo en su segunda profesión. Quienes han sufrido sus engaños la describen como una «estafadora de libro» capaz de transmitir confianza y solvencia mientras acumula deudas de decenas de miles de euros.

Sus víctimas cuentan cómo Laura, inquiokupa de mansiones lujo, selecciona pisos en barrios exclusivos , paga varias mensualidades y la fianza, y luego deja de abonar. Se atrinchera, solicita abogado de oficio y juega la carta de la vulnerabilidad, cambiando de letrado para postergar desalojos y no cumplir sus obligaciones.

Quico, uno de los afectados, ha explica cómo Laura ignoró sus súplicas: tras haber sufrido un ictus y con un 40% de discapacidad, le pidió que no le arruinara la vida. «Era como hablar con una actriz… Una actriz que vive a todo trapo», ha recordado. La vivienda, valorada en 750.000 euros, fue escenario de un proceso judicial que Laura consiguió posponer, acumulando una deuda de 24.000 euros solo con él.

Mario, otra víctima, alquiló un piso de alta gama por 2.600 euros. La presentación impecable y el pago adelantado generaron confianza, pero Laura no volvió a abonar un solo euro, prolongando el impago durante más de un año. Solo la intervención de una empresa de desokupación logró su salida, aunque con una deuda de 60.000 euros y todos los suministros pagados por el propietario.

Una tercera afectada reveló su estilo de vida ostentoso: gastó 6.000 euros en Casa Decor , viajó a la final de la Champions en París y acudía regularmente a Ibiza, mientras no pagaba alquileres. Además, recibía ayuda pública y su ex cuidaba de los hijos durante sus escapadas.

Un vistazo a sus redes sociales y LinkedIn confirma su habilidad para autopromocionarse. Según su perfil, Laura, inquiokupa de mansiones lujo, trabaja para Casa Decor como directora de proyecto (profesional independiente) y fundó su propio estudio de diseño en marzo de 2020. En su última publicación afirma: «Mi esencia es fuerte: soy una lectora profunda de los espacios y las personas. Lo que ofrezco es una sensibilidad casi intuitiva… Me representa el profesionalismo, pero también la calidez y la empatía», se ha explicado en el espacio de Tele 5 de Joaquín Prat El tiempo justo .

Sin embargo, sus víctimas recuerdan la otra cara de Laura. «Te engaña y te atrapa, va de sobrada… Es imposible no caer en sus redes. Luego empieza a dejar de pagar y dice que tiene incapacidad laboral mientras su hijo presume en Instagram de que es un reconocido DJ», cuenta una de ellas. Y añade: «Solo quiero que se sepa quién es y que nadie más caiga en su trampa por el maltrato que nos hizo a nosotros. No nos decoró la vida, nos la hundió».

El caso de Laura U. evidencia cómo alguien con apariencia impecable, modales correctos y presencia mediática puede aprovecharse del sistema de alquiler en barrios de lujo, dejando un rastro de deudas millonarias, frustración y alarma entre propietarios y vecinos de Valdebebas, Ayala y la milla de oro madrileña. La inquiokupa de lujo combina estafa, manipulación psicológica y ostentación en redes para mantenerse un paso por delante de la justicia, mientras su legado deja víctimas impotentes y enfadadas.

Estos son los barrios favoritos de la okupa de lujo

Laura U., la polémica interiorista convertida en inquiokupa de lujo, tiene predilección por las zonas más exclusivas de Madrid. Entre sus objetivos recurrentes se encuentran:

Valdebebas

Uno de los distritos más modernos y de alto nivel, con viviendas de gran valor y seguridad privada.

Ayala

Una zona céntrica y elegante, con calles señoriales y edificios de lujo.

La milla de oro madrileña

Zona emblemática de Madrid donde se concentran propiedades de alto standing, familias acomodadas y ejecutivos.

Calle Bárbara de Braganza

Vivienda de alta gama alquilada por una de sus víctimas, con precios muy superiores al valor real del contrato.

Estos barrios no solo le ofrecen viviendas de lujo, sino también un público objetivo que confía en referencias, apariencia impecable y formalidad profesional, facilitando su modus operandi: pagar unos meses y la fianza, desaparecer y atrincherarse alegando vulnerabilidad.