Para ser unas islas que existen de verdad, las Salvajes han conseguido pasar más desapercibidas que la mismísima San Borondón. Al norte de Canarias , a unos 165 kilómetros, se encuentra el archipiélago de las Islas Salvajes —Salvaje Grande, Salvaje Pequeña, Ilhéu de Fora y varios islotes menores—, un conjunto administrado desde Madeira pero físicamente más próximo a las costas canarias.

Pese a su nombre tan sugerente y a la peculiar situación política que arrastran desde hace más de cinco siglos, apenas figuran en el imaginario colectivo. Quizá influya que no están habitadas y que se mantienen como un espacio natural protegido y casi intacto. De hecho, cada vez que se habla de ellas suele ser para aludir al debate —aún en vilo— sobre su pertenencia .

En los últimos años

See Full Page