Ubicada entre majestuosas montañas y coronada por un rico legado medieval, Potes es mucho más que uno de los pueblos más bonitos de Cantabria: es una joya histórica abrazada por la naturaleza, un lugar donde cada rincón habla de siglos pasados, tradiciones vivas y paisajes imponentes.

Un casco antiguo lleno de encanto

Recorrer Potes a pie es una experiencia que invita a la calma. Sus calles empedradas y estrechas , sus casas de piedra con balcones de madera y sus torres señoriales nos sumergen en una atmósfera que parece detenida en el tiempo. En pleno centro histórico destacan dos elementos icónicos: los puentes medievales y la Torre del Infantado .

Los puentes que dan nombre a la villa

El puente de San Cayetano y el puente de la Cárcel , ambos de origen medieval, cruzan las aguas que dividen el casco antiguo y son los más fotografiados por los visitantes. El Puente Nuevo , más moderno, es el único habilitado para el tráfico rodado, pero no resta belleza a la armonía arquitectónica que define el pueblo.

La imponente Torre del Infantado

Símbolo de la villa, la Torre del Infantado , construida en el siglo XIV, se alza sobre el centro urbano como testigo de la historia lebaniega. Antiguamente prisión y sede del ayuntamiento, hoy alberga un centro expositivo dedicado al Beato de Liébana , con la colección más completa de facsímiles de los códices medievales conocidos como “Beatos”.

La Plaza del Capitán Palacios: corazón de la vida local

Conocida simplemente como “La Plaza” , este espacio central de Potes es punto de encuentro diario y centro de actividad comercial. Bajo sus soportales se agrupan tiendas tradicionales y restaurantes , mientras que el mercado de los lunes llena el lugar de productos autóctonos. Entre ellos, destacan los sobaos y quesadas pasiegas , la famosa mantequilla de Cantabria y los sequillos , unas pastas caseras con más de un siglo de historia.

Barrio de la Solana: el alma de Potes

Para los amantes de los paseos tranquilos, perderse por el Barrio de la Solana es descubrir la esencia de la villa. Este sector, el más antiguo de Potes, está formado por casonas solariegas perfectamente conservadas que se asoman entre callejuelas silenciosas, ideales para observar la arquitectura tradicional montañesa. Aquí, cada esquina es una postal.

Qué visitar en los alrededores de Potes

Visitar Potes no tiene sentido sin explorar su privilegiado entorno natural y espiritual, en el corazón del valle de Liébana , al abrigo de los Picos de Europa .

Monasterio de Santo Toribio de Liébana

A apenas dos kilómetros del centro se alza uno de los lugares más sagrados de la cristiandad: el Monasterio de Santo Toribio de Liébana . En él se custodia el Lignum Crucis , el mayor fragmento conocido de la cruz de Cristo. Este enclave, destino del Camino Lebaniego , es punto de peregrinación y emblema del patrimonio religioso de la región. Su iglesia gótica, que comenzó a construirse en el siglo XIII, es el único edificio original que se conserva en pie.

El Teleférico de Fuente Dé: una experiencia inolvidable

A poco más de 20 kilómetros de Potes, en pleno corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa, se encuentra el teleférico de Fuente Dé , que en apenas cuatro minutos asciende 823 metros hasta un mirador de vértigo. Desde allí, las vistas panorámicas del macizo montañoso son sobrecogedoras. Además del entorno natural, el visitante puede disfrutar de una cafetería con vistas , punto de partida ideal para rutas de senderismo por alta montaña.

Una escapada redonda en el corazón lebaniego

Potes no solo ofrece arquitectura y gastronomía, sino también acceso directo a algunos de los parajes más bellos del norte peninsular. Con una perfecta combinación de historia, arte, montaña y tradición , esta villa es una escapada ideal para cualquier época del año, especialmente en otoño, cuando los colores del valle visten de oro sus laderas y la atmósfera se vuelve aún más envolvente.