Los cuatro alumnos de segundo de Bachillerato de un instituto público de Calvià expulsados preventivamente por haber acosado a un compañero por ser homosexual se enfrentan a un largo y complejo proceso. La dirección del centro quiere que se les expulse otros 22 días más. Esto, sin embargo, no está claro que suceda. Según ha podido saber este diario las familias de los agresores están muy disconformes con esta propuesta de castigo y tienen la posibilidad de alegar contra la decisión del centro, tal y como permite hacer la normativa educativa.

Los procedimientos son individualizados porque en estos casos de acoso se abre un proceso a cada estudiante, lo cual puede implicar que al final cada uno acabe siendo expulsado más o menos días en función del papel que tuvo en el suceso. Tampoco se de

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