La crisis diplomática desatada entre Japón y China a mediados de noviembre volvió a demostrar que el Estrecho de Taiwán es hoy uno de los puntos más tensos del sistema internacional. Lo que comenzó como una respuesta parlamentaria de rutina terminó escalando hasta convertirse en una brusca confrontación entre dos potencias con viejas rivalidades, memorias de guerra aún abiertas y modelos de poder en disputa. Detrás del choque retórico hay algo más profundo: un reajuste del equilibrio estratégico asiático en plena era de rearme japonés, nacionalismo chino y transición tecnológica global.

Un comentario que encendió la mecha

El episodio se originó el 7 de noviembre de 2025, cuando la primera ministra japonesa Sanae Takaichi (heredera política del nacionalismo conservador de Shinzo Abe) a

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