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En respuesta a demandas históricas del sector agrícola local, el gobernador Alfonso Durazo Montaño supervisó la conclusión de la primera etapa y el avance de la segunda fase de la nueva línea de conducción de agua para riego en San Ignacio Río Muerto , obra considerada clave para mejorar la eficiencia hídrica en esta región del sur del estado.

Durante una gira de trabajo , el mandatario verificó el avance de los trabajos que contemplan 1,880 metros de infraestructura hidráulica , diseñada para operar un pozo a su máxima capacidad.

La obra forma parte del programa de Apoyo a la Infraestructura Hidroagrícola , mediante el cual el gobierno estatal busca ampliar y modernizar las capacidades de riego en zonas agrícolas con rezagos de décadas.

Durazo señaló

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