“Abróchense los cinturones, porque va a haber más reformas”, lanzó el presidente Javier Milei durante su presentación ante la Corporación América, para la que trabajó antes de su incursión en política. La frase sintetiza el rumbo que el Gobierno pretende profundizar: más desregulación, más reducción del Estado y un programa fiscal que consolide el superávit pero a costa de un ajuste sostenido. Esta confirmación reabre un interrogante que atraviesa la discusión fiscal hace tiempo: ¿quiénes son los ganadores y los perdedores del gasto público nacional? La pregunta adquiere especial relevancia en un país donde las exenciones y beneficios tributarios a grandes empresas superan el 3,0% del PBI y, al mismo tiempo, las partidas sociales, educativas y de infraestructura exhiben recortes h

See Full Page