Seis aerolíneas internacionales han suspendido sus vuelos hacia Venezuela tras una advertencia de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) sobre un aumento de la actividad militar en la región del Caribe. La noticia fue confirmada por Marisela de Loaiza, presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV). Las aerolíneas afectadas incluyen Iberia, TAP, Avianca, Caribbean, GOL y Latam.

La FAA emitió la advertencia el viernes, señalando que la situación de seguridad en el espacio aéreo venezolano se había deteriorado. La advertencia sugiere que las aeronaves civiles podrían enfrentar riesgos potenciales, incluyendo interferencias en el Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS). Desde septiembre, se ha reportado un aumento en estas interferencias, lo que ha llevado a algunas aeronaves a experimentar problemas durante sus vuelos.

La FAA también destacó que el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe podría representar una amenaza para la aviación civil. En su comunicado, se recomendó a los operadores de vuelos que actúen con precaución al sobrevolar la región de información de vuelo de Maiquetía (FIR SVZM). Las advertencias incluyen riesgos durante el despegue, aterrizaje y sobrevuelo, así como para aeronaves en tierra.

Desde el gobierno venezolano, se ha interpretado la presencia militar estadounidense como una amenaza, sugiriendo que podría facilitar acciones externas para un cambio político en el país. En este contexto, la Aeronáutica Civil de Colombia ha mantenido comunicación constante con las aerolíneas que operan en la región para garantizar la seguridad de sus operaciones.

A pesar de la situación, la aerolínea colombiana Wingo ha decidido mantener sus vuelos hacia Caracas, aunque está evaluando la situación de seguridad. La decisión de las aerolíneas de suspender sus operaciones se produce en un momento de creciente tensión en el espacio aéreo regional, exacerbada por el despliegue del portaaviones USS Gerald Ford en el Caribe, considerado el más avanzado de la Armada estadounidense.

La situación sigue en desarrollo, y las aerolíneas están ajustando sus operaciones en respuesta a las advertencias de la FAA y la situación de seguridad en la región.