De todo tiene que haber en este mundo, incluso vinos sin alcohol, aunque el término vino para estos inventos resulte demasiado generoso. Cada cierto tiempo, analistas del placentero mundo líquido acuñan tendencias, conceptos o pautas de consumo para tratar de definir lo que no se puede escribir ni hablar, sino simplemente sentir. Y les guste más o les guste menos a ciertos gurús del apasionante y complejo sector vinícola, el tinto sigue siendo el que marca el camino , el que genera más emociones, el que llena el alma.

Este lunes que el tinto celebra su día mundial, una de las grandes bodegas de Ribera del Duero, Figuero , se enorgullece de seguir creando, año a año, botellas que hablan de paisaje, que prolongan el idioma de una familia, que se adaptan a los nuevos tiempos sin perder l

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