La revelación de posibles nexos de altos funcionarios del primer gobierno de izquierda, al mando del presidente Gustavo Petro, con una de las narcodisidencias que hoy negocia en la estancada “paz total”, la de “Calarcá Córdoba”, sacudió al Ejecutivo a un punto que dejó en silencio al jefe de Estado por más de 22 horas. La razón es que no solo golpea la credibilidad de desarmar a las estructuras criminales recicladas de las extintas Farc con su estrategia de varias mesas, sino que repercute en su círculo interno, en su agenda legislativa e,...

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