Las cuentas bancarias del presidente colombiano Gustavo Petro han sido reveladas, generando controversia en torno a sus gastos personales. Esta información salió a la luz tras la solicitud del propio Petro, quien buscaba desvirtuar las acusaciones del gobierno de Donald Trump, que lo incluyó en la lista Clinton.

Entre los detalles más llamativos, se encuentran los lujosos gastos realizados para la primera dama, Verónica Alcocer, en marcas de renombre como Gucci. Sin embargo, otro aspecto que ha captado la atención es su visita a un club de striptease en Lisboa, conocido como Menage Strip Club. Este establecimiento nocturno se promociona en Portugal como un lugar donde “nuestras chicas más atractivas están listas para darte una experiencia inolvidable”.

El club, ubicado en la zona de Cais do Sodré, abre sus puertas desde las 11:00 de la noche hasta las 6:00 de la mañana. La periodista colombo-española Salud Hernández-Mora lo describió como “un lugar sórdido, miserable, que atrae a machistas y pervertidos”. Durante el día, el club parece inofensivo, pero se transforma en un espacio de lujuria y sensualidad por la noche.

Según los movimientos bancarios de Petro, gastó 209.000 pesos colombianos, aproximadamente 50 dólares, en este club. La entrada al establecimiento cuesta 30 euros, y un trago básico puede alcanzar los 15 euros. Además, una actuación privada con una de las bailarinas puede costar hasta 74 euros.

El presidente Petro no ha negado su visita al club. En sus propias palabras, expresó: “Hay dos cosas que he aprendido en la vida, a no acostarme con mujer de la que no nazca nada de mi corazón y a no comprar el sexo cuando aún soy capaz de la seducción y de la poesía. Siempre hay que combinar la sexualidad con la cultura. Eso se llama erotismo”.

La página web del club presenta mensajes que buscan atraer a los clientes, destacando la belleza de las bailarinas y la experiencia que ofrecen. Al final, se incluye un catálogo de las trabajadoras del club, con fotografías en blanco y negro.

Este escándalo ha generado un intenso debate sobre la conducta del presidente y sus gastos personales, en un momento en que la transparencia y la ética en la política son temas de gran relevancia en Colombia.