La vía institucional para la solución de conflictos tiene que estar abierta siempre. Esperar a que un conflicto estalle para comenzar a hablar es tarde.

Los reclamos de transportistas y productores se vienen dirimiendo en la prensa desde hace semanas . No hay nada mejor para solucionar un conflicto que la interlocución directa a tiempo, para eso están los servidores públicos, para fortalecer la gobernabilidad, no para diluirla.

El problema es que protestar cerrando carreteras afecta a miles de personas que no pueden mejorar la seguridad en los caminos ni mucho menos regular el acceso al agua. Son ciudadanos comunes que merecen respeto y protección. Llegar a los bloqueos y los jaloneos es un déficit de negociación, hay que cambiar lo que no funciona.

Misión imposible

Será una misión imp

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