Ciudad de México.- El episodio de violencia del 15 de Noviembre volvió a colocar en el centro del debate político a un actor tan visible como opaco: el llamado bloque negro. La oposición lo acusa de operar al servicio del gobierno; Morena lo rechaza tajantemente. Ambos lados aseguran tener indicios, pero ninguno ha presentado pruebas verificables, investigaciones concluidas o datos de autoridad que permitan saber quién organiza, financia y dirige a los grupos encapuchados que irrumpen en manifestaciones.

La discusión escaló luego de que el PAN presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), señalando que los agresores del 15-N “no actuaron solos”, sugiriendo que podrían estar vinculados a estructuras de poder político.

Morena, por su parte, niega su existencia com

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