La relación entre adolescentes e inteligencia artificial lleva meses en el centro del debate público. El uso de chatbots como ChatGPT se ha disparado entre los más jóvenes por todo el mundo, incluida España. Recurren a estas herramientas para estudiar, conversar o incluso buscar apoyo emocional. Este incremento ha intensificado la preocupación sobre los límites de la tecnología, la supervisión que requieren los menores y la capacidad real de los modelos para gestionar conversaciones sensibles.

En ese contexto, el caso de Adam Raine —un adolescente de 16 años de California que se suicidó en abril— se ha convertido en uno de los episodios más mediáticos y controvertidos del año.

La historia salió a la luz a finales de agosto, cuando su familia presentó una demanda contra OpenAI y su consej

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