CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Alejandro Gertz Manero, el polémico y veterano abogado de 86 años que ejerció como fiscal general de México desde hace casi siete años y recibió numerosas críticas por haber utilizado supuestamente la institución para fines políticos y personales, renunció el jueves a su cargo para convertirse en embajador.

Durante una sesión del Senado mexicano, la mesa directiva leyó la carta remitida por Gertz Manero a la cámara en la que solicita dejar su cargo luego que la presidenta Claudia Sheinbaum le propuso “como embajador de México ante un país amigo”. Los senadores aceptaron la renuncia por mayoría de 87 votos frente a nueve en contra, con lo que se dio inicio al proceso para seleccionar sucesor.

Funcionario frío, que siempre quiso estar lejos de los focos, ocupó cargos públicos de investigación y seguridad desde la década de los 70. En enero de 2019, asumió la titularidad de la primera Fiscalía General de la República (FGR) que supuestamente iba a ser totalmente independiente del poder político pero su administración estuvo siempre marcada por su cercanía al entonces presidente que lo propuso, Andrés Manuel López Obrador.

Su forma de actuar se mantuvo con la llegada al poder de Sheinbaum en octubre de 2024, una leal sucesora de López Obrador en la mayoría de temas pero que ha marcado distancias con su predecesor en cuestiones de seguridad, en parte ante las fuertes presiones de Estados Unidos, un país con el que Gertz Manero tuvo sonados desencuentros durante la administración anterior.

Con el actual gobierno, la FGR participó en los dos exitosos envíos de un total de 55 importantes narcotraficantes encarcelados en México para que fueran procesados en Estados Unidos, entre ellos Rafael Caro Quintero, acusado de muerte de un agente de la agencia antidrogas estadounidense DEA en 1985.

“Necesitamos mucha más coordinación de las fiscalías estatales y la Fiscalía General de la República”, sobre todo en temas de seguridad, ,había dicho horas antes del anuncio la presidenta cuando comenzaron los rumores de su renuncia.

Cuando asumió su cargo de fiscal general, Gertz Manero afirmó que la mejor manera para garantizar la independencia de la institución era cumplir con la ley y siempre negó haber utilizado la institución con fines personales o políticos.

Sin embargo, diversas organizaciones civiles denunciaron desde el principio su cercanía con el presidente –que data desde que López Obrador comenzó su mandato como alcalde de la capital en el año 2000— y lanzaron un movimiento llamado “Fiscalía que Sirva” para presionar por cambios para que la institución fuera más efectiva en el combate a la impunidad.

Junto al exmandatario, hubo dos momentos críticos en las relaciones con Washington.

El primer momento de tensión fue la exoneración en 2021 del ex secretario de Defensa Salvador Cienfuegos de cualquier delito pese a su detención en Los Ángeles por presuntos vínculos con el narcotráfico y su devolución a México con el compromiso de investigarlo aquí. Parecía la prueba de fuego para demostrar el compromiso del gobierno mexicano con el fin de la impunidad pero nada más pisar territorio mexicano quedó en libertad.

Años más tarde, generó mucha tensión la polémica generada desde México por la operación que acabó con el arresto y procesamiento en Estados Unidos de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los grandes líderes del Cartel de Sinaloa, que incluso llevó a que la fiscalía dijera que analizaba acusar por el delito de traición a cualquier involucrado en lo que Zambada denunció como un “secuestro”.

Entre las detenciones más sonadas destacó la del expresidente de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, por corrupción o la captura de uno de sus predecesores en el cargo, Jesús Murillo Karam, por desaparición forzada y obstrucción a la justicia en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014, el llamado “caso Ayotzinapa”.

Sin embargo, en ambos casos y tras los arrestos también hubo fuertes críticas como el escándalo que suscitó que ver fotografías de Lozoya –procesado, entre otros cargos, por el caso de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht-- en un restaurante de lujo en 2021 cuando estaba en libertad condicional.

En el caso Ayotzinapa, el propio Gertz Manero anunció a bombo y platillo el inicio de las detenciones de policías federales y procesos contra militares, pero tiempo después parte de esas investigaciones quedaron bloqueadas por la cúpula de la FGR, según denunciaron los abogados de los padres de los estudiantes.

Organizaciones de búsqueda de los más de 130.000 desaparecidos que hay en México han denunciado en muchas ocasiones problemas con la FGR, incluso en esta administración, como cuando Gertz Manero invitó a la prensa y a las madres buscadoras al rancho de Teuchitlán utilizado como centro de reclutamiento por el Cártel de Jalisco. La visita fue criticada por las familias como un espectáculo en el que no se respetó su dolor.