La República Bolivariana de Venezuela ha expresado su rechazo contundente a las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que, según el gobierno venezolano, constituyen una amenaza explícita de uso de la fuerza. Este pronunciamiento se realizó el sábado 29 de noviembre, a través de un comunicado oficial del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, dirigido por Yván Gil Pinto.

Venezuela considera que las afirmaciones de Trump intentan aplicar una jurisdicción extraterritorial ilegítima sobre su territorio, amenazando su soberanía y la seguridad de su espacio aéreo. En el comunicado, se menciona que tales declaraciones son incompatibles con los principios del Derecho Internacional y representan una agresión colonialista.

El gobierno venezolano hizo un llamado a la comunidad internacional, instando a los gobiernos soberanos y a la ONU a rechazar lo que califican como un acto inmoral de agresión. "Venezuela sabrá responder con dignidad y con toda la fuerza que otorgan el derecho internacional", afirmaron. Además, se subrayó que el país continuará ejerciendo su soberanía en su espacio aéreo, defendiendo la paz continental.

En otro contexto, durante la 192º reunión de la Conferencia Ministerial de la OPEP, la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez también denunció las amenazas militares de EE.UU. ante los miembros de la organización. Rodríguez leyó una carta del presidente Nicolás Maduro, solicitando apoyo para detener lo que describió como una "agresión en curso".

La vicepresidenta alertó sobre el despliegue de buques de guerra y efectivos militares estadounidenses en el Mar Caribe, así como sobre bombardeos que han resultado en la muerte de más de 80 personas. Rodríguez afirmó que estas acciones violan la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.

Además, advirtió que el gobierno de EE.UU. busca apoderarse de las reservas de petróleo de Venezuela, las más grandes del mundo, mediante el uso de la fuerza militar. Rodríguez enfatizó que Venezuela no cederá ante chantajes y amenazas, instando a una unión activa para enfrentar estas presiones externas.

Ambos pronunciamientos reflejan la postura firme de Venezuela frente a lo que consideran agresiones por parte de Estados Unidos, y su compromiso de defender su soberanía y recursos naturales en el contexto de tensiones geopolíticas en la región.