Las aerolíneas Wingo de Colombia y Copa Airlines de Panamá continúan operando vuelos hacia y desde Venezuela, a pesar de las recientes declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirmó que el espacio aéreo venezolano "permanecerá cerrado en su totalidad". Una fuente de Wingo confirmó que la aerolínea mantiene sus operaciones, ya que no ha recibido notificación oficial sobre restricciones. "Seguimos monitoreando constantemente la seguridad de ese espacio aéreo, en coordinación con autoridades locales e internacionales", añadió la fuente. El vuelo P5 7010 de Wingo despegó de Bogotá y tiene previsto aterrizar en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas. Copa Airlines también anunció que sus operaciones sobre el espacio aéreo venezolano se mantienen, aunque con "altos niveles de alerta y precaución, solo en horarios diurnos". La aerolínea está en comunicación constante con la Federal Aviation Administration (FAA), que ha reiterado que no ha modificado su nivel de alerta. Copa recomendó a los pasajeros mantenerse informados a través de sus canales oficiales. El gobierno de Nicolás Maduro había dado un plazo de 48 horas a las aerolíneas para reanudar operaciones, advirtiendo que se cancelarían los permisos a las que no lo hicieran. Esta advertencia se cumplió cuando se revocaron las concesiones de varias aerolíneas, incluyendo Iberia y Avianca, acusadas de "sumarse a las acciones de terrorismo" promovidas por EE.UU. Avianca confirmó la suspensión de sus vuelos hacia y desde Venezuela, priorizando la seguridad de sus pasajeros. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) solicitó a las autoridades venezolanas reconsiderar la revocación de concesiones a las aerolíneas afectadas. Por el momento, Wingo, Copa, Boliviana de Aviación, Satena, y las aerolíneas locales Avior y Conviasa continúan sus operaciones. La situación se complica en medio de un aumento de la tensión militar y política en la región, con Estados Unidos desplegando un grupo de ataque en el Caribe y advirtiendo sobre posibles acciones contra Venezuela. El gobierno venezolano ha condenado estas amenazas, calificándolas de "hostiles" y "arbitrarias", y ha denunciado ante la comunidad internacional el uso de la fuerza prohibido por la Carta de las Naciones Unidas.