El gobierno de la provincia de Buenos Aires se encuentra en una situación crítica mientras intenta avanzar en la aprobación de una ley de financiamiento esencial. Esta ley, presentada por el gobernador Axel Kicillof el 4 de noviembre, busca autorizar un endeudamiento de hasta 3.035 millones de dólares. La propuesta se divide en dos partes: 1.990 millones y 1.045 millones de dólares. A pesar de que otras leyes, como el Presupuesto y la Ley Fiscal Impositiva para 2026, fueron aprobadas con mayoría simple, la ley de financiamiento enfrenta obstáculos significativos. Uno de los puntos más controvertidos es la creación del Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal, que se ha convertido en un tema central de las negociaciones. El Ejecutivo ha garantizado la creación de este fondo, que ahora incluiría no solo el 8% de la deuda de 1.990 millones, sino también la de 1.045 millones. Sin embargo, el uso de estos fondos ha sido modificado. Mientras que el proyecto original prohibía su uso para gastos corrientes, el nuevo dictamen permite que sean de "libre disponibilidad" para los intendentes. Un representante de la oposición en la Cámara de Diputados expresó: "La oposición quiere trabajar para ser constructiva, pero hay cuestiones en las que tenemos que ser claros de un lado y del otro". La falta de diálogo y garantías ha sido un impedimento para avanzar en la sesión. Las negociaciones están siendo lideradas por un grupo diverso dentro del peronismo, con Facundo Tignanelli a la cabeza. Tignanelli ha enfatizado que no hay divisiones internas en el peronismo respecto al endeudamiento. Por su parte, Alexis Guerrera, presidente de la Cámara baja, también está involucrado en las conversaciones con los negociadores del Ejecutivo. La oposición, compuesta por sectores del PRO y la UCR, busca presionar a Kicillof para que se siente a negociar. En este contexto, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, ha jugado un papel clave. Una imagen reciente de Guerrera y Tignanelli hablando por teléfono con Massa ha generado especulaciones sobre la dirección de las negociaciones. El entorno de Kicillof ha indicado que el Ejecutivo propone un coeficiente de distribución objetivo para el fondo, mientras que la oposición sugiere un fideicomiso a cargo de una comisión bicameral. Esta última propuesta ha sido respaldada por un proyecto de ley del diputado Martín Rozas, que busca crear una comisión de seguimiento del endeudamiento. A pesar de las tensiones, el bloque peronista se ha mostrado unido, con todos sus diputados presentes durante la última sesión fallida. Se ha convocado a una nueva sesión extraordinaria para este miércoles a las 14 horas. Si no se logra avanzar en el pedido de endeudamiento esta semana, Kicillof podría enfrentar serias dificultades, ya que el 10 de diciembre cambiará la composición legislativa, lo que complicaría aún más las negociaciones.