Cantabria es una de esas regiones que parecen diseñadas para recorrer en coche : distancias cortas, paisajes que cambian en minutos, carreteras panorámicas y la sensación permanente de que detrás de cada curva aparece un pueblo, un mirador o una playa digna de postal. Recorrer Cantabria en coche es la mejor manera de disfrutar su esencia: la unión armónica entre mar, montaña y tradición.

Esta es la ruta perfecta por Cantabria , un itinerario que combina costa, valles, patrimonio, gastronomía y naturaleza , ideal para una escapada de 3 a 5 días.

1. Santander: el punto de partida ideal

Comenzamos la ruta en Santander , capital elegante y marinera donde el coche permite moverse con libertad entre sus múltiples puntos de interés:

  • La Bahía de Santander , considerada una de las más hermosas del mundo.

  • El Palacio de la Magdalena , su bosque y las vistas hacia el Cantábrico.

  • Las playas de El Sardinero , La Concha o La Magdalena.

  • El Centro Botín y el Paseo de Pereda, perfectos para un paseo al atardecer.

Antes de salir hacia la costa oriental o los valles interiores, es casi obligatorio probar sus rabas , la tapa más icónica de la ciudad.

2. Costa Oriental: acantilados, marismas y villas señoriales

La carretera litoral hacia el este te lleva por algunos de los paisajes más espectaculares del norte español.

Santoña, marismas y anchoas

A solo 40 minutos, Santoña combina naturaleza y tradición marinera. Su joya es la Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel , uno de los humedales más importantes de España.
Ruta recomendada en coche: subir al Fuerte del San Martín y después a El Brusco , desde donde la costa se despliega en un horizonte verde y azul.

Noja, la villa costera en pleno auge

Playas como Ris o Trengandín , dunas infinitas y paseos entre marismas. Noja se ha convertido en uno de los grandes destinos navideños y veraniegos de Cantabria.

Laredo, la playa más larga de la región

Su arenal de más de 4 kilómetros y su casco antiguo —La Puebla Vieja— merecen una parada tranquila.

3. Costa Occidental: pueblos marineros y modernismo en la cornisa cantábrica

El viaje prosigue hacia el oeste por una carretera que regala miradores naturales a cada kilómetro.

Santillana del Mar, la villa medieval

Una de las paradas imprescindibles del viaje por Cantabria. Calles empedradas, la Colegiata de Santa Juliana y la proximidad al Museo de Altamira la convierten en un hito histórico y artístico.

Comillas, modernismo frente al mar

Aquí se mezclan la arquitectura del Cantábrico con la huella de Gaudí en El Capricho , el Palacio de Sobrellano y la enorme Universidad Pontificia .

San Vicente de la Barquera, postal cántabra

Puentes medievales, puerto pesquero, playas salvajes y los Picos de Europa como telón de fondo. Ideal para concluir la jornada con un paseo junto a la ría.

4. Valles interiores: Cantabria más auténtica

De la costa nos adentramos hacia el interior para descubrir la Cantabria de montañas, prados y aldeas donde el tiempo parece detenido.

Valle de Cabuérniga

Uno de los valles más bellos de la región. Con pueblos como Carmona , Terán o Ruente , combina casas de piedra, balcones floridos y naturaleza intacta.

El Soplao y las cuevas del karst cántabro

A través de carreteras de montaña se llega a la Cueva El Soplao , famosa por su formación de excéntricas , única en el mundo.

Valle del Nansa y Polaciones

Una joya menos conocida, ideal para los que buscan rutas tranquilas.
Aquí, el viajero puede recorrer bosques de robles y hayas, caminos rurales y pequeñas aldeas donde persiste la arquitectura montañesa.

5. Liébana: el final del viaje entre montañas

Llegamos al destino más imponente de Cantabria: Liébana , corazón montañoso y antesala natural de los Picos de Europa .

Potes

Capital del valle y uno de los pueblos más visitados de Cantabria. Su casco histórico, sus puentes y su ambiente gastronómico lo hacen perfecto para una parada larga.

Monasterio de Santo Toribio de Liébana

Uno de los lugares sagrados del cristianismo, famoso por conservar el Lignum Crucis.

Mogrovejo

Uno de los pueblos más bonitos de España, con su torre medieval y vistas directas a los Picos. El mejor ejemplo de arquitectura lebaniega tradicional.