El Carnaval de El Callao celebra con gran orgullo su aniversario como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento otorgado por la Unesco el 1 de diciembre de 2017. Este carnaval, que se remonta a las tradiciones antillanas de los "Cannes Brulées", se ha convertido en un símbolo de la diversidad cultural de Venezuela. Desde enero hasta marzo, alrededor de 3.000 personas desfilan por las calles de este pueblo del sur de Venezuela, representando personajes históricos y tradicionales como madamas, mediopintos, mineros y diablos, todos al ritmo vibrante del calipso.

La figura de las madamas, matronas antillanas, es fundamental en esta festividad. Se considera el corazón espiritual del carnaval, transmitiendo su esencia de generación en generación. En hogares, escuelas y espacios comunitarios, los niños aprenden a componer, tocar, cantar, bailar y crear máscaras, lo que fortalece su identidad y sentido de pertenencia. La Unesco ha destacado que este carnaval no solo celebra la cultura local, sino que también motiva a las nuevas generaciones a preservar su patrimonio.

El Ministerio del Poder Popular para la Cultura recordó que la declaración fue el resultado de un esfuerzo conjunto, liderado por especialistas del Centro de la Diversidad Cultural. Iraima López, reconocida cultora y embajadora cultural de El Callao, compartió su experiencia: “Fueron dos años y medio de trabajo junto a la Unesco, recopilando nuestra historia, nuestras costumbres, nuestro sentir callaoense. Llevamos más de 360 páginas de vivencias a Francia, y luego a Etiopía, donde finalmente se dio la declaración.”

El interés por la riqueza cultural de El Callao ha trascendido fronteras. Profesores de la Universidad de Pensilvania han visitado el pueblo para estudiar la diversidad lingüística, donde se hablan inglés, patuá y castellano. Este fenómeno es parte de la mezcla cultural que caracteriza a la región.

Para El Callao, este aniversario es más que una celebración; es una reafirmación de su identidad cultural. El carnaval representa la historia, la música y los personajes que han convertido a este pueblo en un ejemplo de libertad, diversidad y resistencia cultural. Cada año, el estado Bolívar se une al júbilo de su pueblo callaoense, donde el calipso resuena como un abrazo colectivo, prometiendo mantener vivo el tesoro cultural que hace único al Carnaval de El Callao.