El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado este domingo que mantuvo una conversación con el líder venezolano, Nicolás Maduro. La llamada se produjo en un contexto de creciente tensión entre ambos países. Trump, al ser interrogado por la prensa a bordo del Air Force One, respondió: "La respuesta es sí". Sin embargo, se negó a ofrecer detalles sobre el contenido de la conversación, afirmando: "No quiero comentar al respecto".

Según un informe del diario The New York Times, la conversación tuvo lugar la semana pasada y buscaba establecer las bases para una posible reunión entre los dos mandatarios en Estados Unidos. Aunque la llamada incluyó al secretario de Estado, Marco Rubio, no se lograron acuerdos concretos para un encuentro.

La tensión entre Estados Unidos y Venezuela ha aumentado en los últimos días. Trump advirtió a aerolíneas y pilotos que consideren el espacio aéreo venezolano y sus alrededores como "cerrado". Cuando se le preguntó si esta advertencia implicaba un ataque inminente, el presidente se negó a dar más detalles, sugiriendo que no se debe interpretar su mensaje de manera alarmista.

La reacción de Caracas no se hizo esperar. La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, calificó la advertencia de Trump como una "agresión inmoral" que amenaza la soberanía de Venezuela. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, también condenó la medida, afirmando que su país defenderá su soberanía "al costo que sea". Padrino López describió la advertencia de Trump como una "agresión ilegal" que viola el derecho internacional.

A nivel internacional, la advertencia de Trump ha generado condenas. El Ministerio de Exteriores de Irán la calificó como una "acción arbitraria" que pone en riesgo la seguridad de la aviación internacional. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, instó a la comunidad internacional a rechazar lo que considera un preludio de un ataque ilegítimo de Estados Unidos contra Venezuela.

Desde agosto, Estados Unidos ha mantenido un despliegue militar significativo frente a las costas venezolanas, justificándolo como parte de la lucha antidrogas. Sin embargo, críticos argumentan que el verdadero objetivo es un cambio de régimen en Venezuela, buscando apoderarse de sus recursos naturales. La situación sigue siendo tensa y se espera que las repercusiones de estas acciones continúen desarrollándose en el ámbito internacional.