Casi 8 millones de personas han abandonado Venezuela en los últimos años, buscando escapar de la crisis económica y social que azota al país. Esta masiva migración ha dejado a muchas familias separadas, con seres queridos que enfrentan la dura realidad bajo el régimen de Nicolás Maduro.

La situación se complica aún más con la creciente preocupación por una posible incursión de Estados Unidos en el país. Esta incertidumbre añade una nueva capa de ansiedad a los que han dejado atrás a sus familiares. Muchos migrantes viven con el temor de lo que pueda suceder en su tierra natal, mientras intentan construir una nueva vida en el extranjero.

La diáspora venezolana se ha convertido en un fenómeno alarmante, con miles de personas cruzando fronteras en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, la angustia por la situación de sus seres queridos en Venezuela persiste, intensificando el dolor de la separación. La comunidad internacional observa con atención, mientras la crisis humanitaria se agrava y las tensiones políticas aumentan en la región.