Más vale honra sin Eurovisión que Eurovisión sin honra. De ahí la gesta y el gesto de RTVE, que boicoteará el próximo certamen como protesta por la participación de Israel. No estamos ante un hecho baladí ni una cortina de humo: la historia acomplejada de España no se explica sin su relación sadomasoquista con Eurovisión.

El anuncio es una bomba de relojería que eclipsa el grito de “¡Viva el Sáhara libre!” de la vicepresidenta Yolanda Díaz el día que su Gobierno celebraba una cumbre con el de Marruecos y no una cena de empresa.

Gracias a Eurovisión, la ciudadanía nunca se ha tomado muy en serio lo de España sino más bien a chunga. Izquierdas y derechas coincidían en partirse el pecho con lo de Spain, zero points . Cuanto peor­, mejor... y más divertido. ¡Hasta el gran Puigdemont practi

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