Lando Norris finalmente escribió su nombre en la historia grande de la Fórmula 1. Y lo hizo a su manera: con una carrera sólida, inteligente y sin errores en Abu Dhabi, donde un tercer puesto le alcanzó para convertirse en el nuevo campeón del mundo. A los 26 años, el británico se unió al selecto grupo de pilotos de su país que conquistaron la máxima categoría y le puso punto final al dominio de Max Verstappen, quien venía de encadenar cuatro títulos consecutivos.

La carrera en Yas Marina tuvo todos los condimentos de una definición dramática. Verstappen, decidido a estirar su hegemonía, hizo lo que debía: ganó, dominó de punta a punta y no dejó dudas sobre su ritmo. Sin embargo, la calculadora no lo acompañó. A pesar de su actuación impecable, quedó a apenas dos puntos de la corona. Osca

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