El Real Madrid atraviesa un momento de tensión tras la inesperada derrota ante el Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu , una caída que no solo corta una racha de imbatibilidad en casa, sino que también deja al equipo blanco inmerso en un torbellino de críticas, decisiones arbitrales controvertidas y un ambiente de frustración generalizada.

El acta arbitral de Quintero González fue contundente: hasta seis amonestaciones para jugadores madridistas, una doble amarilla a Fran García en apenas un minuto y, lo más llamativo, la expulsión de Endrick , que corrió desde el banquillo hacia el cuarto árbitro gritando airadamente, necesitando ser sujetado por su propio cuerpo técnico. Rodrygo , Valverde y Carreras fueron amonestados también por protestas airadas. Carreras incluso fue expulsado tras gritar al árbitro: «Eres malísimo».

Aún más significativo fue lo que ocurrió tras el pitido final. En el túnel de vestuarios, Dani Carvajal , vestido de calle, se acercó al colegiado y, según el acta, le reprochó con ironía: « El nivel que dais y llorando luego en rueda de prensa ». Este comentario pone en evidencia el nivel de crispación que se vive en el vestuario blanco.

El partido fue un reflejo de un Real Madrid desbordado emocionalmente , que no supo adaptarse a la presión y se dejó llevar por la impotencia. Xabi Alonso , visiblemente afectado, vio cómo su equipo pasaba de dominar en casa con solidez a perder los papeles ante un rival teóricamente inferior. Su frase tras el partido fue elocuente: « La exigencia en este club sabemos cuál es. Las derrotas duelen, pero hay que mirar hacia adelante ».

Ni el fortín del Bernabéu salvó al Madrid. Con ocho victorias en ocho partidos en casa hasta ese momento, el equipo había derrotado a clubes como el Barça , Juventus , Marsella o Villarreal . Pero el Celta expuso todas las carencias actuales: falta de ideas, escasa movilidad y un bloque incapaz de romper una defensa organizada.

Courtois evitó una derrota más abultada, pero ni él pudo impedir un marcador que golpea al Madrid justo antes de recibir al Manchester City de Guardiola en Champions. Un resultado que sirve de advertencia sobre la fragilidad emocional y táctica de un conjunto que parece haber perdido el rumbo.

El arbitraje, una vez más, está en el punto de mira. Las decisiones de Quintero González han sido calificadas como « desproporcionadas » por muchos aficionados y analistas. La falta de coherencia en las amonestaciones y la polémica expulsión de Endrick alimentan la narrativa de un arbitraje hostil.

La tensión está instalada. La prensa destaca un vestuario al límite , un Xabi Alonso cuestionado y un equipo emocionalmente inestable . La próxima cita, ante el City, puede marcar un antes y un después. El mensaje es claro: o se reacciona ya, o la temporada corre peligro de derrumbarse.