Los países de la Unión Europea dieron este lunes un nuevo paso en el endurecimiento de su política migratoria al aprobar un paquete de medidas que habilita la creación de “centros de retorno” en terceros países y flexibiliza las condiciones para deportar a migrantes cuya solicitud de asilo haya sido rechazada, tras una reunión de ministros del Interior en Bruselas.

Las iniciativas, que aún deben ser negociadas y ratificadas por el Parlamento Europeo, se producen en un contexto político marcado por el avance de las derechas y ultraderechas en el viejo continente, con marcados discursos antiinmigrantes.

Las propuestas, impulsadas por la Comisión Europea y respaldadas por una amplia mayoría de los Estados miembro, contemplan sanciones más severas para quienes se nieguen a abandonar el terri

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