El flirteo del Partido Popular europeo con la ultraderecha está tensando las costuras de la coalición que 'gobierna' la Unión Europea integrada por populares, socialdemócratas, liberales y verdes. La cuestión es hasta dónde se tensará esa cuerda por parte de Ursula von der Leyen. La jefa de los socialdemócratas, Iratxe García, ha asegurado que por su grupo no se producirá una ruptura, pero ha rechazado el doble juego de los conservadores con la ultraderecha. De hecho, ha sugerido que esa maniobra persigue que su grupo rompa.

“En política lo más fácil sería decir que, como somos minoría, nos vamos a poner en una posición evidente de oposición a las instituciones. Quizás eso sería lo más fácil y quizás eso es lo que el PP está provocando. A veces pienso que están provocando la ruptura”, ha dicho García en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum en referencia a los acuerdos que busca el PP europeo con la ultraderecha en Bruselas. “Si se rompe esa alianza europea, no será por la responsabilidad de los socialdemócratas”, ha rematado.

La gran incógnita que planea sobre los socialistas es hasta qué punto van a aguantar teniendo en cuenta que el segundo mandato de Von der Leyen comenzó pisoteando su línea roja de aupar a la vicepresidencia de la Comisión Europea al candidato de Giorgia Meloni. El PP europeo, además, se apoya en la ultraderecha para poner coto a algunas de las políticas europeas, como la agenda verde. La situación de la coalición europea es de tensión y Von der Leyen ha constatado la pérdida de apoyos en las mociones de censura que se han celebrado en lo que lleva de legislatura, pero la coalición persiste.

García ha asegurado que no se puede pedir a los socialdemócratas que garanticen la “estabilidad”, “el apoyo a la Comisión, pero que luego la Comisión acepte que las políticas se negocien con la derecha y la extrema derecha”. “No lo vamos a aceptar”, ha advertido.

“Queremos formar parte de la toma de decisiones, pero de una forma distinta a como ha sido este año”, ha dicho la portavoz socialista, que ha recordado que hasta la Defensora del Pueblo de la UE ha tirado de las orejas al ejecutivo comunitario por plantear modificaciones de la legislación (que bajo la premisa de la simplificación burocrática han supuesto recortes en cuestiones sociales como la agenda verde) sin los correspondientes “estudios de impacto” o el “conocimiento de los grupos políticos”, ha recordado García, que ha alertado del riesgo de que la negociación del PP europeo con la extrema derecha se convierta “en una dinámica diaria de Europa”.

Preguntada por los escándalos de acoso y corrupción del PSOE, García ha defendido la tesis oficial de que se ha dado una “respuesta contundente” en una estrategia de “tolerancia cero” con esas prácticas. No obstante, ha dejado claro que son asuntos que no tienen ninguna incidencia en la política comunitaria o en la visión que se tiene en Bruselas de España. “En el Parlamento Europeo y en Bruselas no se está todo el día hablando de la situación interna española. Lo siento, pero no somos el ombligo del mundo”, ha dicho García que ha recriminado que “algunos se empeñan en hacer creer” que Von der Leyen está pendiente de lo que pasa en España en referencia al PP de Alberto Núñez Feijóo.