El jefe de gabinete de Carlos Mazón, el secretario autonómico José Manuel Cuenca, ocultó a la jueza de la dana las órdenes que transmitió por WhatsApp en plena alerta roja a la entonces consellera Salomé Pradas. Así se desprende del acta de su declaración testifical del pasado 26 de noviembre , a la que ha tenido acceso elDiario.es. Cuenca prestó “juramento de decir la verdad en todo lo que sepa respecto de lo que se le pregunte” y, sin embargo, soslayó las órdenes firmes que dio a Pradas.

El alto cargo declaró antes de que la defensa de Salomé Pradas aportara voluntariamente a la causa el acta notarial con los mensajes de WhatsApp que intercambió con Mazón y con Cuenca aquella trágica jornada, que se saldó con 230 fallecidos. El jefe de gabinete de Carlos Mazón le dio varias indicaciones a la consellera respecto a la posibilidad, ante el riesgo en la presa de Forata, de confinar a la población, una de las medidas que se debatían en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi).

Sin embargo, Cuenca soslayó esas órdenes en su declaración. Reconoció que “mantuvo” unos mensajes con Pradas y que la consellera “le hizo una consulta sobre la opción de confinar, que parece que se lo estaban planteando, porque había una presa con riesgo de reventar y le hace el traslado sobre la competencia, que no sabía si era suya o de Delegación [del Gobierno]”, según reza el acta de la declaración. El jefe de gabinete, en los mensajes de WhatsApp, se refería a la delegada del Gobierno, la socialista Pilar Bernabé, como la “chica” que Pradas tenía a su lado en el Cecopi.

Cuenca declaró ante la jueza que le respondió a la consellera que él era “periodista” y que “hablara con Cayetano [García Ramírez, secretario autonómico de Presidencia], que es la persona que jurídicamente podía resolver esa duda”. Se trata del alto cargo del Palau de la Generalitat, citado a declarar como testigo, que más tiempo habló por teléfono con la consellera Salomé Pradas aquella tarde .

El jefe de gabinete manifestó ante la magistrada que tuvo “conocimiento” del Es-Alert cuando lo recibió a las 20.11 en su teléfono móvil. “En ningún momento antes había tenido conocimiento de que se iba a enviar, y cuando lo recibió no llamó a nadie, se quedó sorprendido, porque él ya sabía algo sobre el posible confinamiento, le habían dicho que había un problema con una presa, pues entendía que era un aviso por eso”, afirmó.

El testigo reconoció que “como jefe de gabinete tiene responsabilidades sobre comunicación institucional, lo que puede suponer incluso ser parte importante en la transmisión de órdenes”. A Pradas le espetó por whatsapp : “Salo, de confinar nada”.

“Cuando hablan del confinamiento, le redirige a Cayetano porque llevaba el tema más jurídico, para ver si era constitucional o no, por la posible restricción de derechos fundamentales, ya que él también duda si corresponde a la Delegación del Gobierno, o si les corresponde a ellos”, declaró José Manuel Cuenca.

Pradas, según el testigo, “le preguntó sobre el confinamiento”. Cuenca dijo que “tenía dudas sobre las competencias”. Le dijo a Cayetano García Ramírez: “Me está trasladando esto, yo de esto no tengo ni idea, por favor hablad”. “Le consta que sí que hablaron sobre esto y al final se decide no confinar”, agrega el acta de la declaración.

A pesar de que José Manuel Cuenca le ordenó a la consellera que se quitara de la cabeza la posibilidad de confinar, en su declaración ante la jueza sostuvo exactamente lo contrario: “El responsable político no es el que tiene que decidir si confinar o evacuar”.

Además, apostilló el testigo, “toda la comunicación de cualquier asunto con la emergencia se tiene que hacer desde Emergencias”. Se trata de una gestión, según argumentó, “que no es política, sino que es puro criterio técnico”. Al president, dijo a título de ejemplo, no se le consulta “si en un incendio hay que evacuar un municipio”. “Jamás en esa tarde” del 29 de octubre de 2024, agregó, “a él se le consultó nada ni se le pidió opinión, ni a él ni al presidente ni a nadie”.

También explicó que se le habían borrado los whatsapps con Mazón al haber cambiado de terminal corporativo sin haber guardado una copia de seguridad.

“Ningún papel en la emergencia”

Cuenca negó que hubiera ejercido cualquier papel en la gestión de la emergencia, una afirmación que choca con el acta notarial aportada por Pradas. “Sus labores como jefe de gabinete consisten en la coordinación y apoyo al análisis de las políticas del Consell, pero no tenía ningún papel en la emergencia”, según reza el acta de su declaración. El testigo aseguró que la “persona más solvente” a la que Pradas consultó sobre el confinamiento fue el secretario autonómico de Presidencia.

A Pradas la describió como “una persona a la que le gustaba especialmente estar encima de las cosas, con profesionalidad”. De hecho, afirmó que la consellera fue destituida “porque en política, muchas veces, como consecuencia de algún tipo de crisis, se toman decisiones que desde su punto de vista no son justas”.

El cese de Salomé Pradas, a juicio de Cuenca, fue “injusto”, a tenor de la “implicación”, la “entrega” y el “compromiso” de la entonces consellera. “En política es algo habitual”, apostilló.

El alto cargo explicó que Mazón se decidió a acudir al Cecopi tras una llamada (a las 19.34) del secretario autonómico de Infraestructuras, Javier Sendra . En esa llamada, Sendra le informó al president de que había un “problema gordo” con el Metro, según declaró el jefe de gabinete.

Sin embargo, Cuenca no se puso en contacto con el conseller de Infraestructuras, según dijo. “Él no habla con ningún conseller ni ningún conseller tampoco le llama a él”, según indica el acta de su declaración.

El “almuerzo” en El Ventorro con Vilaplana

La mañana del 29 de octubre de 2024, antes y después del pleno del Consell, el entonces preisident “habló con varios consellers para trasladarles que había una alerta roja” y que “podía ser un día complicado”. Sin embargo, “en ningún momento ese día se planteó la cancelación de esa agenda” de Mazón, repleta de actos durante la mañana ajenos a la dana, seguidos de una comida secreta (y de una larga sobremesa) en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana.

El jefe de gabinete de Mazón aseguró que había hablado con su jefe de “lo que pasó esa tarde” y el president le dijo que estuvo en el “almuerzo” en El Ventorro con Vilaplana “y posteriormente la acompañó al párking y se trasladó andando al Palau de la Generalitat”. “El president no estuvo en ningún sitio más”, añade.

Fue, según Cuenca, una comida que “no estaba agendada en la agenda pública” de Mazón, “como otras comidas con directores de medios o personas vinculadas a la comunicación, o del mundo empresarial”. “Es una comida de trabajo”, afirmó.

Al jefe de gabinete, aquella tarde “no se le ocurrió” decirle a Mazón “que saliera de esa comida, porque nada les hacía prever nada extraordinario que pudiera ocurrir, la emergencia estaba funcionando, la consellera estaba informando [y] se estaba celebrando un Cecopi (...)”.

El encuentro con Vilaplana en Àtic Alameda

Cuenca mantiene con Mazón una relación de amistad “desde hace muchos años” e incluso “comparte domicilio con él” en València, según indicó en su testifical.

Por otro lado, José Manuel Cuenca dijo que desconocía si Mazón y Vilaplana habían “quedado anteriormente” a la cita en El Ventorro en “ámbitos de comidas, cenas o temas privados”, tal como le preguntó el letrado de una de las acusaciones populares personadas en la causa. Afirmó que “no le suena” el restaurante La Raspa, situado cerca de la vivienda que comparte con Mazón en València.

Mazón y Vilaplana estuvieron en ese establecimiento la noche del 11 de octubre de 2024, según tiene acreditado este diario . Cuenca apuntó a otro escenario: “Coincidieron en Àtic Alameda, ella estaba con unas amigas y había muchas más personas allí. Fuera de eso no ha ocurrido ningún tipo de encuentro”, agrega el acta de la declaración testifical.

Atrapado toda la noche en un taxi en Carlet

El alto cargo explicó que esa tarde se desplazó a Benigànim y a Xàtiva por “asuntos personales, nada que ver con el Consell”, afirmó. Por el contrario, en los mensajes de WhatsApp que envió aquella misma tarde a la directora general Pilar Montes, dijo que era por “un tema de partido” . José Manuel Cuenca reiteró varias veces en su declaración que se trataba de una excursión “por un asunto personal suyo”. “Era agenda particular suya”, apostilló.

Le llevó “en coche” su “compañero” Cayetano García Ramírez, secretario autonómico de Presidencia. Salieron del Palau entre las 14.15 y las 14.30 y sobre las 15.00 pasaron por la zona de Catadau y de Alginet, con lluvia pero sin mayores problemas de tráfico. Por su parte, “Cayetano le dejó en Benigànim y se volvió al Palau”.

Luego acudió a Xàtiva con la intención de regresar a València. “Se despidió de la persona con la que estuvo”, que no identificó, “y le dijeron que no tenían la certeza de que el tren pudiera salir” hacia su destino, a tenor de la catastrófica situación.

Recurrió a un taxi en el que se quedó atrapado en un polígono de Carlet. En el vehículo, donde pasó la noche, iba viendo videos de la situación sobre el terreno. Ya de madrugada, las otras personas refugiadas en el mismo polígono “detectaron que había un alto cargo de la Generalitat”.

“La gente”, según dijo Cuenca “muy nerviosa”, buscaba “zonas altas” y “lo único que quería era información”. “Él pernoctó dentro del taxi, con el taxista”, afirmó. Al taxista le pagó “en metálico”, según precisó el testigo.

El acto de Okdiario en Madrid al día siguiente

Por otro lado, Cuenca detalló que al día siguiente, el president Mazón tenía un billete de AVE reservado para acudir a un acto en Madrid organizado por Okdiario, “donde iban cinco o seis presidentes regionales”.

La ruta, según indican los billetes de AVE incluidos en los whatsapps aportados por la directora general Pilar Montes, era llegar a Madrid desde València y volver desde la capital a Alicante. La catástrofe de la dana interrumpió definitivamente la agenda de Mazón.