El 12 de julio de este año, la segunda presidencia de Donald Trump vivió uno de sus momentos de mayor debilidad. En una cumbre de estudiantes universitarios conservadores, Charlie Kirk y Steve Bannon, dos de los influencers más populares del movimiento MAGA, pidieron a los asistentes que levantaran su mano si el caso de Jeffrey Epstein era importante para ellos. Los presentes reaccionaron ipso facto elevando los brazos, algunos incluso ambos. El momento trascendió en un vídeo de YouTube que se viralizó.
Cinco días antes, la fiscal general, Pam Bondi, había anunciado que las investigaciones internas apuntaban a que Epstein sí se suicidó tras ser acusado de pedofilia y tráfico sexual y que no hay evidencias de que existiera una lista de sus clientes. Con eso, derribó una de las teorías cons