La cruzada antiinmigrante de Donald Trump no se limita a redadas y deportaciones. La obsesión contra este sector es tal, que quiere literalmente borrarlos del mapa al proponer, una vez más, que no se les cuente en el próximo Censo 2030.
Y es que el denominador común de las propuestas y políticas públicas extremistas del gobierno de Trump siempre son los inmigrantes, los chivos expiatorios para todos los males: la crisis del fentanilo, el “fraude electoral”, y, sobre todo, la criminalidad.
Es una guerra constante que si bien es dirigida hacia los indocumentados, afecta a todas las comunidades de color.
Por ejemplo, si algo evidencia el plan de Trump y del gobierno de Texas de adelantar el Censo cinco años para redistribuir los distritos electorales a su conveniencia, es su naturaleza dis