En los últimos días, muchos influencers han destacado una nueva tendencia: el uso de mantas pasadas (rellenas con cuentas de vidrio o esferas de plástico). El accesorio es publicitado como un medio para reducir la ansiedad y el insomnio, prometiendo un mejor sueño y menos estrés para quienes tienen dificultades para relajarse. La pregunta es: ¿qué dice la ciencia sobre esto?

Al igual que ocurre con muchas otras tendencias rescatadas por las redes sociales, esta no es nueva. Los terapeutas ocupacionales han utilizado mantas pesadas para ayudar a menores con autismo y adultos con trastornos del procesamiento sensorial. Durante mucho tiempo, su uso se redujo a este sector y no se las conoció popularmente.

Esto cambió en los últimos años cuando un nuevo público (en esencia, cualquier persona

See Full Page