El sobrevuelo de dos aviones F-16 venezolanos sobre un buque de guerra norteamericano generó una respuesta inmediata de EE. UU.: el envío de 10 cazas F-35 a Puerto Rico y otras nueve aeronaves del Comando Sur a Panamá para «ejercicios conjuntos».

El despliegue militar de Estados Unidos en el sur del mar Caribe, que comenzó con el argumento de reforzar la lucha contra el narcotráfico, escaló en cuestión de días hasta configurar uno de los episodios de mayor tensión entre Washington y Venezuela en los últimos años.

El detonante fue un ataque ejecutado el martes por fuerzas estadounidenses contra una embarcación rápida que, según el gobierno de Donald Trump, había zarpado desde Venezuela. El resultado: 11 presuntos narcotraficantes muertos y el inicio de una campaña que la Casa Blanca descr

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