La falta de descanso genera estrés oxidativo e inflamación en el cerebro, procesos que deterioran la función neuronal y la comunicación entre las regiones encargadas de la memoria, como el hipocampo y la corteza prefrontal. Al actuar como protector celular, la melatonina podría estar mitigando parte de ese daño.

Dormir lo suficiente parece, a veces, un lujo imposible. Entre exámenes, trabajo nocturno y rutinas cada vez más irregulares, los jóvenes adultos suelen dormir mucho menos de lo recomendado.

Pero el sueño no es solo un descanso pasivo: es un proceso activo, fundamental para consolidar recuerdos y mantener la mente alerta. ¿Qué ocurre entonces cuando lo sacrificamos? Y más aún: ¿podría la melatonina, la llamada “hormona de la oscuridad”, ayudarnos a compensar el daño cognitivo que

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