Sin lugar a dudas, los nuevos titulares de la SCJN, tendrán que trabajar muy duro; primero, para cubrir la llamada curva de aprendizaje, ya que la mayoría, es inexperta en el desarrollo del proceso judicial; luego, para sacarle provecho a su poco o mucho bagaje académico y la habilidad para aplicarlo, ya que las bases de las sentencias que emitan es el texto jurídico, y no el camino democrático y popular, como lo ha expresado en repetidas ocasiones el nuevo presidente del máximo tribunal de la nación.
Benito Juárez García, el llamado Benemérito de las Américas, fue presidente de la Suprema Corte de Justicia, del año 1857 al 1858; es los que apuntan los historiadores, sin embargo, estos no consignan que, para recibir su encargo, Juárez, de origen zapoteco, haya recurrido a tomar el bastón