En la empresa familiar, el éxito puede convertirse en un espejo que deslumbra o en una ventana que revela. La diferencia está en cómo se vive: como un escenario para ser vistos o como un mirador desde donde se ve con mayor claridad lo que importa. Este artículo invita a los fundadores a reflexionar sobre el sentido profundo del éxito y su papel en la construcción de legado. El espejismo del éxito
En las empresas familiares, el éxito suele presentarse como una meta inevitable: crecer, vender más, aparecer en revistas, figurar en rankings. Sin embargo, el verdadero valor del éxito no está en ser vistos, sino en aprender a ver desde él.
Cuando el éxito se convierte en un escenario para el aplauso, pierde su poder transformador; cuando se entiende como un mirador, permite descubrir lo esenc