El Congreso de la República ha contratado un seguro médico privado por más de 9.5 millones de soles para el periodo 2025-2026, beneficiando a los parlamentarios y sus familias. Este acuerdo, realizado sin licitación, ha generado controversia en medio de una crisis en el sistema de salud pública del país. Según un reportaje de Panorama, cada congresista tiene acceso a un seguro premium que cubre atenciones en clínicas de renombre como San Felipe, Angloamericana y Delgado Auna, con una prima mensual de 2.500 soles.

El contrato, adjudicado a la aseguradora Rímac, incluye la posibilidad de que los congresistas añadan a sus esposas, hijos y padres sin costo adicional. Esto implica un gasto estimado de más de 30 mil soles por persona al año. Además, el seguro ofrece segundas opiniones médicas en el extranjero, con una cobertura de hasta 35 mil dólares, lo que ha sido criticado por expertos en derecho y lucha anticorrupción.

Eduardo Herrera, director de la Defensoría Nacional de Anticorrupción, calificó el gasto como una ofensa para los peruanos, afirmando que "los congresistas no son niños de primaria" y que el costo del seguro privado es una "cachetada" para quienes enfrentan un sistema de salud colapsado.

Los parlamentarios han minimizado las críticas, argumentando que las decisiones son tomadas por la Mesa Directiva. El congresista Guido Bellido de Podemos Perú comentó que "son criterios que seguramente toma la Mesa Directiva" y que él no se involucra directamente en el tema. Por su parte, Alex Flores de Perú Libre afirmó que no ha incluido a ningún beneficiario en su póliza, mientras que Américo Gonza, también de Perú Libre, admitió haber utilizado el seguro para atenciones ambulatorias.

El informe revela que el costo del seguro ha aumentado en más de 2.5 millones de soles en comparación con el año anterior, lo que ha suscitado aún más cuestionamientos sobre la transparencia y la ética de este gasto en un contexto de crisis sanitaria.