Corría el día 23 de junio del año 1990 en Italia, se celebraba la Copa Mundial de Fútbol. En la cancha estaban René Higuita, Andrés Escobar, Freddy Rincón, Carlos Valderrama y toda la nómina de la Selección Colombia. A su alrededor se sentía la tensión.
El equipo se jugaba la permanencia en los octavos de final, tras regresar al campeonato luego de 28 años de ausencia. La pasión de todo un país descansaba sobre sus hombros, pero iban perdiendo. A seis minutos del final, Camerún ya había anotado dos goles y el ánimo estaba por el suelo. Entonces, Bernardo Redín irrumpió con determinación: esquivó a los defensores que lo perseguían con velocidad y marcó un gol crucial, encendiendo de nuevo la esperanza de su nación.
Le podría interesar: Los 26 llamados por Lorenzo para ganarle a Boli