El gobierno francés volvió a entrar en una etapa de parálisis institucional tras la derrota del primer ministro François Bayrou en un voto de confianza celebrado este lunes en la Asamblea Nacional. Apenas nueve meses después de haber asumido el cargo, el dirigente centrista sufrió un revés contundente que lo obliga a dimitir y que coloca al presidente Emmanuel Macron en una situación aún más complicada frente a la crisis financiera del país.
La moción fue convocada por el propio Bayrou con la intención de subrayar la gravedad de la deuda pública y el déficit presupuestal que enfrenta Francia, y de llamar a la necesidad de recortar al menos 51 mil millones de dólares anuales para estabilizar las finanzas. Sin embargo, el resultado fue demoledor: 364 legisladores votaron en contra de su gob