El intento del gobierno de Nepal de prohibir las redes sociales está arrastrando al país de los Himalayas a los peores disturbios de su historia reciente con una ola de violencia sin precedentes en Katmandú, que ha dejado al menos 25 muertos desde el lunes, tras el estallido de protestas juveniles contra la corrupción que derivaron en ataques a líderes políticos, edificios oficiales y medios de comunicación, y que no se apagó con la dimisión del primer ministro KP Sharma Oli.

La capital nepalí quedó envuelta en llamas y caos, con multitudes incendiando edificios gubernamentales y símbolos del poder del Estado. Imágenes difundidas en redes sociales mostraban a Katmandú entre sirenas y columnas de humo, mientras la violencia se extendía rápidamente a otras ciudades del país.

Muere quemada

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