El caso del apuñalamiento de Iryna Zarutska en un tren ligero de Charlotte, Carolina del Norte, ha captado la atención nacional y se ha convertido en un tema de debate político. Iryna, una joven ucraniana de 23 años, había llegado a Estados Unidos en 2022 con su familia para escapar de la guerra en su país. El 22 de agosto, mientras viajaba en el tren, fue apuñalada tres veces en la garganta por Decarlos Brown, un hombre de 34 años con un extenso historial criminal.

Brown enfrenta cargos de asesinato en primer grado a nivel estatal y un cargo federal que podría conllevar la pena de muerte. El fiscal federal Russ Ferguson ha indicado que la investigación sigue en curso. Este caso ha generado críticas entre líderes demócratas y republicanos, quienes se culpan mutuamente por la violencia en el país. La alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, ha sido objeto de críticas por su respuesta inicial al ataque, que se centró más en el sospechoso que en la víctima. Sin embargo, tras la presión pública, Lyles reconoció que el ataque fue un "trágico fracaso de los tribunales" y prometió aumentar la seguridad en el sistema de transporte.

El Departamento de Transporte de Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre el sistema de tren ligero de Charlotte para evaluar la seguridad de los pasajeros. En respuesta, el sistema de transporte local ha anunciado la incorporación de 30 nuevos efectivos de seguridad y la implementación de patrullas adicionales.

La familia de Brown ha declarado que él sufría de problemas de salud mental, incluyendo esquizofrenia, y que había tenido múltiples encuentros con la ley. Su hermana, Tracey Brown, mencionó que su hermano creía que el gobierno le había implantado un chip y que había mostrado comportamientos agresivos en el pasado. A pesar de sus problemas, Brown fue liberado de la cárcel en 2020 y, según su familia, no recibió la atención médica necesaria.

El caso ha reavivado el debate sobre la seguridad pública y las políticas de justicia penal en Charlotte, con republicanos acusando a los demócratas de ser demasiado indulgentes con los delincuentes. El secretario de Transporte, Sean Duffy, ha sugerido que podría recortar la financiación federal al sistema de tren ligero si no se toman las medidas adecuadas para garantizar la seguridad. La situación sigue siendo tensa mientras se espera el desarrollo del caso y las repercusiones políticas que pueda tener.