CIUDAD DE MÉXICO.— Por años la Armada de México se ganó a pulso su prestigio con la captura de importantes capos del narcotráfico que le valieron la confianza de la población y el reconocimiento de Estados Unidos. Pero la detención de varios marinos por su presunta vinculación con una red de contrabando de combustible ha puesto a la institución bajo el escrutinio de los mexicanos.

Aunque la investigación del caso está en progreso, el arresto del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, sobrino político del exsecretario de Marina (Semar) José Rafael Ojeda Durán , dejó al descubierto que el entramado de corrupción llegó a los más altos niveles y en la actualidad ha salpicado a catorce personas, entre ellas cinco de esa fuerza militar.

Aún no sabe qué tanto permeó la red de

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