La condena a 27 años y tres meses de cárcel impuesta por la Corte Suprema de Brasil al expresidente Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado ha generado un fuerte choque diplomático. El Gobierno de Estados Unidos calificó el fallo de “injusto” y advirtió que responderá, mientras que el Ejecutivo de Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que no se dejará intimidar.
El secretario de Estado, Marco Rubio , se pronunció: “ Continúa la persecución política liderada por Alexandre de Moraes, sancionado por violar los derechos humanos, luego de que él y otros miembros de la Corte Suprema de Brasil decidieron injustamente encarcelar al expresidente Jair Bolsonaro ”. Añadió que “ Estados Unidos responderá en consecuencia a esta caza de brujas ”, aunque no precisó qué medidas adoptará