El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha generado controversia al afirmar que es el "jefe de los alcaldes" del país. Esta declaración se produjo durante un evento en el departamento del Cauca, en un contexto de tensiones con varios mandatarios locales. Petro hizo esta afirmación en respuesta a un mensaje del alcalde de Cali, Alejandro Eder, quien agradeció al ministro de Defensa por el envío de vehículos blindados para mejorar la seguridad en la ciudad.
"Hoy el Alcalde de Cali me mandó un saludo. Llegaron todos los vehículos blindados del Ejército a cuidar Cali, y dijo: ‘gracias, Ministro de Defensa’. Punto. ¡Ja! No quieren a Petro. Yo soy el jefe del alcalde, ¿no? Y el jefe del Ejército", expresó el presidente. Esta declaración ha suscitado un intenso debate sobre la autoridad presidencial y su relación con los alcaldes, quienes son elegidos por voto popular y gozan de autonomía en sus jurisdicciones.
La controversia se intensifica en un momento en que varios alcaldes, incluidos los de Medellín y Cali, han mostrado desacuerdo con las políticas del gobierno nacional. En particular, los alcaldes de estas ciudades viajaron a Washington para solicitar al gobierno estadounidense que no descertifique a Colombia en su lucha contra el narcotráfico.
El artículo 315 de la Constitución Nacional establece que los alcaldes deben seguir las órdenes del presidente en el marco de la conservación del orden público, lo que ha llevado a interpretaciones diversas sobre la jerarquía entre el presidente y los mandatarios locales. Sin embargo, muchos analistas y políticos argumentan que la afirmación de Petro podría confundir a la opinión pública y menoscabar la autonomía de los alcaldes.
Carlos Arias, analista político, subrayó que "son los alcaldes quienes tienen la potestad de administrar los recursos de sus municipios". La senadora Angélica Lozano también se pronunció, afirmando que el presidente debe coordinar y cooperar con los alcaldes, pero no es su jefe.
Históricamente, antes de la Constitución de 1991, los alcaldes eran designados por los gobernadores, quienes a su vez eran nombrados por el presidente. Sin embargo, la nueva Constitución estableció la elección popular de alcaldes, lo que cambió la dinámica de poder.
Este no es el primer incidente en el que Petro se ha autoproclamado superior a otros funcionarios. En el pasado, también afirmó que tenía autoridad sobre el fiscal general y los magistrados de la Corte Constitucional. La interpretación de la Constitución sobre la relación entre el presidente y los alcaldes sigue siendo un tema de debate en el país.