
Carmen Pérez, alcaldesa de Bezana (PP) , compareció este viernes para dar una de las ruedas de prensa más difíciles de su carrera pública. Tras conocerse que su hijo ha sido detenido como presunto implicado en el ataque a la sede del PSOE en Santander, la regidora ha mostrado con dignidad su dolor, su repulsa y su confianza en la justicia.
“ Si la investigación determina que mi hijo ha estado implicado, que lo pague ”, ha afirmado con serenidad. Pocas veces una madre, también alcaldesa, ha dejado tan clara la frontera entre lo personal y lo institucional.
Pero mientras Carmen Pérez pedía respeto y rechazaba los juicios paralelos, desde la cúpula socialista de Cantabria, el secretario general del PSC-PSOE y delegado del Gobierno, Pedro Casares , aprovechaba el foco mediático para lanzar un duro ataque político. Casares no dudó en vincular lo ocurrido con el acuerdo de gobierno entre PP y Vox en Bezana, en lo que muchos ven como un movimiento de cálculo electoralista, más que una verdadera preocupación institucional.
¿Puede una madre ser juzgada por los actos de un hijo adulto?
La alcaldesa ha recordado que su hijo “es mayor de edad, vive de manera independiente y fuera de Cantabria”. Pero eso no ha bastado. Desde el PSOE de Cantabria no se ha mostrado compasión, sino todo lo contrario: se ha iniciado un discurso de señalamiento público, que busca responsabilizar políticamente a la regidora del PP por un acto que ni justifica, ni encubre.
Mientras tanto, los detenidos han quedado en libertad, y el caso sigue bajo secreto de sumario. Pero el PSOE ya ha dictado sentencia pública.
Una oportunidad perdida para despolitizar la justicia
Las instituciones deberían ser ejemplo de prudencia en momentos de tensión. En cambio, el PSOE regional ha optado por agitar el avispero. Casares llegó a decir que “la estrategia del Partido Popular ha tenido mucho que ver en esto” , alimentando con esas palabras una narrativa peligrosa que asocia ideas políticas con actos violentos, sin pruebas judiciales ni respeto procesal.
Desde el entorno del PP se lamenta que la reacción socialista esté sirviendo para “fabricar odio”, como señaló una fuente municipal. El PSOE, con más de 200 sedes atacadas en toda España según Casares, debería saber diferenciar entre condena institucional y aprovechamiento político.
La violencia nunca es el camino, pero tampoco la demagogia
En su comparecencia, Carmen Pérez pronunció un mensaje difícil de escuchar hoy en la política nacional: “ Más abrazos y menos insultos ”. Es una frase que no solo habla desde el dolor de una madre, sino desde la responsabilidad de una representante pública que, a diferencia de otros, no quiere sacar rédito del conflicto.
“ La violencia nunca es el camino y en nuestra sociedad sólo deben imperar los valores de convivencia, tolerancia y respeto ”, reiteró. Unas palabras que merecían una respuesta institucional a su altura, no una campaña de desgaste político.
Cuando el PSOE señala, la democracia se resiente
Este no es solo un caso judicial. Es un espejo donde se refleja hasta qué punto la política cántabra se ha envenenado . El PSOE cántabro debería haber sido el primero en condenar los hechos con firmeza, pero sin apuntar con el dedo a una madre que está atravesando el momento más duro de su vida.¿O es que ya no importa la justicia cuando se puede ganar un titular?