La Bola del Mundo, altar último de la Vuelta, a 2.250 metros de altitud, posee cierto aire de película de ciencia ficción o de portada de Objetivo: la Luna, uno de los célebres cómics de Tintín . Uno de sus repetidores se asemeja al cohete que asalta el cielo con destino a la Luna. La siguiente aventura se denomina Aterrizaje en la Luna .

Allí se encumbró Jonas Vingegaard , principio y fin de la Vuelta. Alfa y Omega. El líder demostró su jerarquía. Dejó huella. La más profunda, la del vencedor. Desde las alturas oteó su primera Vuelta.

Se entronizó el danés en la Bola del Mundo con una exhibición de sus facultades una vez enderezó el organismo, tocado durante la segunda semana, aquejado de un resfriado que le impedía rendir a su mejor nivel.

Con todo, el danés remató la Vuelta c

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