BOGOTÁ (AP) — El presidente colombiano Gustavo Petro reprochó el martes al gobierno estadounidense la decisión de descertificar a Colombia en el cumplimiento del control de drogas por primera vez en casi tres décadas y aseguró que se trata de una presión política hacia su gobierno de izquierda.

“Simplemente Estados Unidos participa en política interna de Colombia, quiere un presidente títere”, reclamó Petro desde la red social X. “El pueblo colombiano responderá si quiere un presidente títere como el que vendió a Panamá o quiere una nación libre o soberana”, agregó.

El gobierno de Donald Trump incluyó la víspera a Colombia en la lista de países que han “incumplido manifiestamente” sus obligaciones en la lucha contra el narcotráfico durante el último año, sin embargo, otorgó una exención, por interés nacional, para no afectar del todo la asistencia que suele dar a un país tradicionalmente considerado como un aliado en la región.

La descertificación, aún con la exención, significó una reprimenda a los niveles récord de área de cultivos de hoja de coca —materia prima de la cocaína— que alcanzaron las 253.000 hectáreas en 2023, según las últimas cifras disponibles de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Así como por las metas de erradicación que ha reducido Petro en su gobierno.

Estados Unidos aclaró que considera que las fuerzas de seguridad y las autoridades locales en Colombia han demostrado su capacidad para enfrentar a los grupos criminales y valoró su esfuerzo e indicó que el incumplimiento en el control de drogas “se debe exclusivamente a su liderazgo político”.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aseguró a la prensa que Petro ha sido un presidente “errático” y que no ha sido un buen socio en la lucha contra los cárteles.

En respuesta, el presidente colombiano alegó que en su vida política ha denunciado las relaciones del “paramilitarismo narcotraficante” con el poder político.

La Cancillería colombiana rechazó en un comunicado la descertificación y aseguró que sigue “lineamientos meramente políticos”, desconociendo los logros alcanzados por Colombia en los últimos años, como los niveles récord de incautación de cocaína.

Agregó que el país seguirá luchando contra el narcotráfico “incluso cuando la decisión de Estados Unidos introduce riesgos y señales que pueden ser malinterpretadas por los criminales”.