Tres años después de la dimisión de Ferran Reverter como director general plenipotenciario por discrepancias con la manera de gestionar el FC Barcelona , Joan Laporta rehace su organigrama ejecutivo cubriendo aquella vacante con el nombramiento de Manel del Río, hasta ahora director financiero y corporativo del club, en una decisión comunicada a nivel interno a todos los empleados de la entidad.
Del Río, que dependerá directamente de Laporta, entró en el club hace tres años y su designación tiene como objeto descargar de tareas al presidente, que seguirá imponiendo sus directrices y criterio pero reforzando la parte alta de su organigrama. Así como la figura de Reverter se asemejaba más al concepto anglosajón de CEO como máxima figura ejecutiva, Del Río se adapta más a las particularida