Dice el profesor de Relaciones Internacionales Pedro Rodríguez que la democracia ha dejado de ser un espacio común en el que encontrar las soluciones a los problemas de la gente para convertirse en un espacio de confrontación y casi, casi, de guerra. Y creo que no puedo estar más de acuerdo con ese análisis del momento exacto en el que estamos.

La democracia ha dejado de ser la mejor herramienta que tenemos para poder gobernarnos a nosotros mismos, para encontrar puntos de acuerdo entre quienes no piensan como yo, entre quienes quieren soluciones diferentes a los mismos problemas o entre quienes ni siquiera comparten el mismo origen o la misma lengua. Con todas sus flaquezas, sus debilidades, no hay mejor fórmula política. Las alternativas a la democracia son fracasos. Lo sabemos bien. Pe

See Full Page