El ejército israelí ha comenzado una ofensiva terrestre en la Ciudad de Gaza, lo que ha provocado la huida de miles de palestinos. La situación se ha vuelto crítica, con intensos bombardeos aéreos que han llevado a muchos a abandonar sus hogares en busca de seguridad. Según testimonios de los desplazados, la experiencia ha sido aterradora. Ghazi al-Aloul, un palestino que huyó del norte de Gaza, describió el bombardeo como "demencial" y relató cómo tuvo que dejar la casa donde se refugiaba con su familia.
Lina al-Maghrebi, madre de tres hijos, también compartió su angustia. Recibió una llamada de un oficial israelí que le ordenaba evacuar de inmediato. "Tardamos diez horas en llegar a Jan Yunis y pagamos 3,500 shekels ($850 dólares) por el viaje", explicó. Muchos otros, como Nivin al-Din, se enfrentan a decisiones desgarradoras, dejando atrás sus pertenencias más preciadas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que esta operación es crucial para derrotar a Hamás, que considera un enemigo. Sin embargo, la ofensiva ha sido condenada internacionalmente. La ONU ha advertido que la situación humanitaria en Gaza es alarmante, con partes del territorio oficialmente en hambruna.
Aproximadamente un millón de personas viven en la Ciudad de Gaza y sus alrededores, y se estima que solo el 40% ha logrado evacuar hasta ahora. La ONU ha calificado las acciones de Israel como genocidio, lo que ha llevado a un llamado urgente para la intervención internacional.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado sus ataques, y se han reportado al menos 93 muertes en el norte de Gaza en un solo día. Los residentes, aterrorizados por los bombardeos, intentan huir con lo poco que les queda. Maysar Al Adwan, una de las evacuadas, expresó su desesperación: "Miedo, miedo, es todo miedo".
La carretera costera de al-Rashid se ha convertido en un punto crítico, con largas filas de vehículos y personas a pie tratando de escapar. Sin embargo, muchos se sienten atrapados, ya que el sur de Gaza también ha sido objeto de ataques. La situación es desesperada, y el desplazamiento forzado de cientos de miles de civiles resalta la gravedad de la crisis.
El Gobierno Autónomo Palestino ha solicitado una intervención global, describiendo la ofensiva israelí como un ataque deliberado contra civiles. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con creciente preocupación la escalada del conflicto.